24/10/09

¿El mercurio es el causante del autismo?

En la actualidad este tema es muy controversial debido a la falta de estudios concluyentes sobre la causa del autismo y su relación con el mercurio. Un equipo del Instituto Davis para la Investigación Médica de Trastornos del Neurodesarrollo, dependiente de la Universidad de California, ha mostrado que los niños con desarrollo normal y los que padecen autismo tienen niveles similares de mercurio en sangre, uno de los sospechosos de causar el trastorno.

Este trabajo epidemiológico incluyó a niños de 24 a 60 meses que han sido diagnosticados de autismo, niños con otros trastornos del desarrollo y controles con desarrollo neurológico normal. Los autores han señalado que el objetivo de su trabajo no era analizar si el mercurio desempeña algún papel a la hora de provocar este trastorno.

De los 452 sujetos que han participado en la investigación, 249 fueron diagnosticados de autismo, 143 presentaron un desarrollo normal y otros 60 tuvieron retrasos en el desarrollo, como síndrome de Down.

Fuentes de mercurio

Los científicos han analizado gran variedad de fuentes de mercurio en el entorno de los participantes, incluyendo consumo de pescado, productos de cuidado personal (como aerosoles nasales o extractores de cerumen) y los tipos de vacunas recibidas. También han examinado si los niños que tenían empastes dentales hechos con amalgama de mercurio coloreada de plata y los que rechinan sus dientes o mascan chicle tenían niveles más altos de mercurio en sangre. De hecho, aquellos niños que llevaban amalgamas y mascaban chicle presentaron niveles más elevados de este metal. (DM)

23/10/09

Las piezas dentarias y su increible resistencia


Para muchos investigadores los dientes han sido un misterio con respecto a su resistencia, ya que estos soportan cantidades enormes de presión, día tras día, año tras año, aún cuando el esmalte que los recubre es sólo tan fuerte como el vidrio.

Un nuevo estudio nos da la respuesta a esta interrogante. En la Escuela de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Tel Aviv y la Universidad George Washington, hicieron un experimento donde aplicaron diversos grados de presión mecánica a cientos de dientes extraídos, y estudiaron lo que ocurría en su superficie y en su interior.

Los resultados de sus análisis muestran que lo que mantiene de una sola pieza a nuestros dientes es su estructura altamente sofisticada. Tan sofisticada, que emularla puede ser una buena estrategia de ingeniería para mejorar el diseño estructural de las aeronaves y vehículos espaciales del futuro.

Los dientes están hechos de materiales compuestos extremadamente sofisticados que reaccionan de manera extraordinaria bajo presión. Nuestros dientes exhiben asombrosas propiedades mecánicas y geométricas, y con el tiempo desarrollan una red de microfisuras que los ayudan a dispersar la tensión mecánica. Esto, y la capacidad de los dientes para reparar las microfisuras con el transcurso del tiempo, evitan que se fracturen en grandes pedazos cuando comemos alimentos duros, como por ejemplo frutos secos.

Bajo presión mecánica, la arquitectura interna de los dientes no presenta una vía clara para la liberación de la tensión mecánica. Por consiguiente, las microfisuras absorben al unísono la presión, evitando así las grietas y las grandes fracturas. El aprovechamiento de esta propiedad podría llevarnos a una nueva generación de materiales compuestos mucho más fuertes para los aviones.

Estos resultados quieren aplicarlos a la ciencia aeroespacial, ya que los expertos sugieren que si se puede combinar la estructura especial del esmalte de los dientes, el mecanismo de microfisuras que reduce la posibilidad de roturas grandes, y la capacidad de autorreparación, sería posible desarrollar aviones y vehículos espaciales más fuertes y más livianos. Aunque la creación de aeronaves autorreparables está lejos en el futuro, este nuevo estudio sobre la estructura de los dientes puede comenzar ya a inspirar a los ingenieros aeroespaciales, y por supuesto ser también de utilidad para los dentistas.

Entrando a la rama odontológica, esta investigación sirve como base a partir de la cual inventar coronas más fuertes y más capaces de resistir el inevitable desgaste bucal asociado a la masticación. En poco tiempo se podrá crear materiales "inteligentes" que imiten las propiedades de los dientes reales. Tiempo al tiempo. (DM)

Fresas inteligentes evitarán dañar la dentina sana

El sistema de fresas Smart-Bur II de SS White permite algo único: determinar con precisión de la eliminación de caries. Este sistema de...