Se estima que entre el 9 y 15 por ciento de la población sufre de "odontofobia" o miedo al dentista, es decir, tienen tanto pánico a entrar en la consulta de estos profesionales que soportarían un horrible dolor de muelas antes que solucionar el problema. Un buen dentista debe ser capaz de ayudar a vencer esa fobia y ofrecer en caso necesario sedación o incluso hipnoterapia.
En la actualidad, gran parte de la culpa de esos miedos reside en el gran desconocimiento en torno a los avances en odontología que se han producido en los últimos tiempos. Mucha gente no sabe que hoy, por ejemplo, para colocar un implante ya no hace falta esperar meses, sino que implantes y dientes nuevos puede ponerse en una única sesión y a veces incluso en una hora, con los nuevas técnicas que han llegado a España procedentes de países de tecnología puntera como Suecia. Hoy, Internet, las nuevas tecnologías y el diseño 3D ya permiten que los dentistas apliquen una cirugía planificada por ordenador, prácticamente sin abrir la encía ni dar puntos, reduciendo el dolor y el sangrado y en un tiempo récord de recuperación a la hora de colocar implantes y dientes nuevos.
Además, los materiales que hoy se utilizan para carillas, coronas y puentes también han cambiado sustancialmente: ahora son biocompatibles, sin metal, translúcidos y con un aspecto incluso más bello que el de los dientes naturales. Aquellas antiestéticas líneas negras de las piezas metálicas han pasado a la historia con los nuevos componentes totalmente cerámicos. El resultado se aprecia especialmente en el caso de las carillas, finas láminas de cerámica que se fijan a los dientes y que consiguen mejorar su aspecto de forma espectacular, al corregir defectos (dientes astillados, agrietados, torcidos o descoloridos) y proporcionar una nueva y duradera sonrisa, brillante y luminosa.
La imagen juega un papel fundamental en la sociedad del siglo XXI. En España, como en el resto de los países europeos, crece también el interés por mejorar el aspecto de nuestros dientes (consiguiendo, por ejemplo, una sonrisa estética) como parte de ese culto al cuidado de uno mismo que comporta una mayor dosis de bienestar físico y también emocional. Si hace años se aceptaba la imagen de cada uno sin más, hoy se busca mejorar el propio look mediante pequeños o grandes retoques que ayuden a aumentar la autoestima.
En la actualidad, gran parte de la culpa de esos miedos reside en el gran desconocimiento en torno a los avances en odontología que se han producido en los últimos tiempos. Mucha gente no sabe que hoy, por ejemplo, para colocar un implante ya no hace falta esperar meses, sino que implantes y dientes nuevos puede ponerse en una única sesión y a veces incluso en una hora, con los nuevas técnicas que han llegado a España procedentes de países de tecnología puntera como Suecia. Hoy, Internet, las nuevas tecnologías y el diseño 3D ya permiten que los dentistas apliquen una cirugía planificada por ordenador, prácticamente sin abrir la encía ni dar puntos, reduciendo el dolor y el sangrado y en un tiempo récord de recuperación a la hora de colocar implantes y dientes nuevos.
Además, los materiales que hoy se utilizan para carillas, coronas y puentes también han cambiado sustancialmente: ahora son biocompatibles, sin metal, translúcidos y con un aspecto incluso más bello que el de los dientes naturales. Aquellas antiestéticas líneas negras de las piezas metálicas han pasado a la historia con los nuevos componentes totalmente cerámicos. El resultado se aprecia especialmente en el caso de las carillas, finas láminas de cerámica que se fijan a los dientes y que consiguen mejorar su aspecto de forma espectacular, al corregir defectos (dientes astillados, agrietados, torcidos o descoloridos) y proporcionar una nueva y duradera sonrisa, brillante y luminosa.
La imagen juega un papel fundamental en la sociedad del siglo XXI. En España, como en el resto de los países europeos, crece también el interés por mejorar el aspecto de nuestros dientes (consiguiendo, por ejemplo, una sonrisa estética) como parte de ese culto al cuidado de uno mismo que comporta una mayor dosis de bienestar físico y también emocional. Si hace años se aceptaba la imagen de cada uno sin más, hoy se busca mejorar el propio look mediante pequeños o grandes retoques que ayuden a aumentar la autoestima.
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Yo no es que le tenga fobia al dentista. Yo voy, me anestesian y todo eso bien, pero en cuanto me ponen el tuvito ese que te aspira la saliva me entran unas arcadas incontrolables y ahi tengo que parar. ¿Algun consejo? :S
ResponderEliminarHola BeRubier, gracias por tu visita OdontoPlanet.
ResponderEliminarSobre tu pregunta,la verdad que es la primera vez que escucho un caso así. Lo normal es que se tenga fobia a la aguja (por el dolor que puede causar), fobia a la anestesia (al causar insensibilidad en la zona, el paciente piensa que se quedarán así de por vida), por ahí hay pacientes que le tienen miedo a la sangre. Pero tu caso si que es extraño, la succión es solo para aspirar la saliva y poder trabajar en tu boca tranquilamente sin invadir el espacio donde se te esta operando. Lo que te podría recomendar es que tu mismo te hagas la idea y te concentres de lo que es la succión (no te va a aspirar la úvula o la lengua), y anda tranquilo al dentista. Pero si no puedes con esto, te recomiendo un especialista como un psicólogo para que analicen el origen de tu fobia. Espero prontamente superes este problema. Saludos.
hola soy Noelia mi problema es que soy totalmente consciente del problena que me estoy causando y que cada vez va a ser peor pero no lo puedo superar, solo de pensar en el dentista se me endurece la garganta y me dan ganas de llorar!logre ir al dentista pero cuando me recibe me empiezo a sentir mal, no dejo que me ponga nada en la boca solo el espejito y mi mano siempre va a la boca junto con su espejo. me estoy muriendo de dolor y ni asi voy. o si voy no dejo que me haga nada y se me da por llorar
ResponderEliminarHola, Soy naza! Yo me pongo muy nerviosa cuando tengo que ir al dentista (voy una vez al mes por mi ortodoncia), me dan arcadas y acidez estomacal. Lo que pasa es que una vez me reto mucho y por mas de que yo sepa que no es nada, los nervios estan y no se como controlarme.
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