15/2/10

El ABC dental


Los términos referidos a la boca son como una suerte de idioma exótico imposible de comprender. Lo que para uno es un simple desgaste de dientes para otros se llama abrasión. Aprende qué dice tu dentista cuando te habla y cómo se llaman las enfermedades más comunes de tu boca. Conoce cómo cuidan las estrellas a sus dientes.

Qué es qué
La American Dental Association (Asociación Dental Americana) hizo una suerte de manual referido a los términos dentales que no se comprenden nunca. Desde la A a la Z, encuentra el nombre de tu enfermedad y su significado.

Abrasión.
Se trata del desgaste de los dientes generado, no por masticar, sino que por una fuerza exterior a la boca. Como cepillarse mal los dientes.

Amalgama.

Es la aleación que usa el dentista para tapar o restaurar un diente.

Aparato removible.

Son esos aparatos que se usan para mejorar la posición de los dientes pero que se pueden retirar.

Aparatos fijos.
El fin es el mismo. Son los famosos frenillos y van adheridos a los dientes.

Bruxismo.
Es el hábito de apretar los dientes mientras se duerme. También puede ocurrir en el día y es dañino para tu salud dental.

Caries.
Pueden ser lesiones en la parte externa de los dientes o en sus raíces.

Corona.
Hay de diferentes tipos. La más común es la corona artificial que cubre la mayor parte de un diente.

Dentición.

Son los dientes permanentes o temporarios.

Enfermedad periodontal.
Se trata de una inflamación en las encías.

Especialidades dentales.
DDS (Doctor en Ciencias Dentales) y DMD (Doctor en Medicina Dental).

14/2/10

Dentofobia: cuando el miedo al dentista paraliza

“Hace muchos años que tengo problemas con el dentista. Cada vez que voy debo tomar un tranquilizante. Aún así estoy tensa todo el tiempo. No puedo relajarme aún cuando no tengo dolor. Es muy difícil para mí pensar sólo en sacar un turno”, detalla Susana Ledesma de 60 años. Como ella, miles de personas sufren a diario la difícil tarea de enfrentar a los expertos en bocas. Este miedo, que paraliza y que no siempre es racional, es más conocido como dentofobia. El problema más común de esta enfermedad se traduce en una mala salud bucal provocada por escasas visitas al dentista.

¿Qué es?

El miedo al dentista es uno de los más comunes en las personas. Se dice que es la tercera causa de fobias a escala mundial. Algo que se debe a malas experiencias en el sillón del especialista o a ideas infundadas e irracionales pero que terminan por provocar ansiedad y muchas veces ataques de pánico.

Hay quienes sufren incluso estos mismos ataques en el consultorio. Un ataque de pánico se caracteriza por sudoración, sensación de muerte inminente, palpitaciones, temblores y hasta una molesta sensación de falta de aire. Todas señales que hacen pensar que la vida peligra cuando en realidad esto no sucede.

Esta fobia dental es una de las más específicas. El Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Desórdenes Mentales la define como un miedo marcado a la situación, una gran ansiedad que puede llegar a un ataque de pánico y a un intenso estrés.

La organización Dental Fear Central (Central del Miedo Dental) explica más. Ellos dividen a las personas entre aquellas que sufren ansiedad, miedo o fobia al dentista. La ansiedad, dicen, es algo común en las consultas dentales, en especial si se está por realizar un tratamiento nunca antes hecho. El miedo dental es el temor ante algo ya conocido. La diferencia con la fobia se basa en la intensidad de ese miedo.

Una persona, concluye Dental Fear Central, con fobia dental evitará a toda costa la consulta con el experto. Lo que tiene peores implicancias en su salud dental. En el caso de los niños este mismo miedo resulta aún más difícil de tratar.

Cuidados vitales de los dientes


La boca envejece precozmente no sólo debido a las caries y el deterioro de las raíces dentales, la sensibilidad de las encías o la sequedad bucal, sino también por el consumo de fármacos, además del efecto que tienen las afecciones cardíacas o la diabetes. ¡La buena noticia es que se puede rejuvenecer la dentadura y tener una boca sana a cualquier edad!

Cuidados vitales

Nuestros dientes van envejeciendo con el paso del tiempo y como parte de un proceso natural. A partir de la cuarta década de vida se producen alteraciones en la estética y en la salud, con la consiguiente caída de piezas dentales, sangrado de encías u oscurecimiento del color...

La boca envejece precozmente no sólo debido a las caries y el deterioro de las raíces dentales, la sensibilidad de las encías o la sequedad bucal, sino también por el consumo de fármacos, además del efecto que tienen las afecciones cardíacas o la diabetes.

Aunque hay tratamientos con implantes que permiten rehabilitar una pieza o recuperar los dientes perdidos, sino se quiere llegar a ese extremo, existen medidas eficaces para prevenir el envejecimiento dental.

Higiene diaria. Los dientes pueden durar toda la vida con un cuidado adecuado. Es necesario, después de cada comida, cepillarse los dientes con óptimos dentífricos con fluoruro, limpiar la lengua y completar la limpieza con hilo dental.

Revisión periódica. Las personas mayores son especialmente propensas a sufrir alteraciones bucales relacionadas con el uso de prótesis dentales, ingesta de medicamentos y trastornos generales de la salud. Es recomendable acudir cada seis meses al odontólogo para que examine el estado de la boca.

Dieta equilibrada. Para tener unos dientes y encías sanos hay que consumir los cinco grupos básicos de alimentos: lácteos, cereales, carne, pescado, frutas y cereales.

Medicamentos y boca.
Es necesario comentar al odontólogo cualquier tratamiento que se esté realizando o cualquier enfermedad padecida, ya que puede explicar la situación de la salud buco dental.

Cuidar las prótesis. El uso de prótesis dentales o dentaduras postizas requiere de cuidados especiales y constantes. Mantener la dentadura limpia y ajustada con revisiones periódicas, evita la aparición de manchas, mal aliento o inflamación de encías.

Sensibilidad dental.
Las encías se retraen con el paso del tiempo exponiendo zonas que no están protegidas por el esmalte, como las raíces. Esto provoca hipersensibilidad en los dientes. En este caso es recomendable usar un dentífrico especial, sin olvidar consultar con el dentista y acudir a revisiones periódicas.

Sequedad en la boca. Puede deberse al consumo de determinados medicamentos o tratamientos. Para prevenirla, se aconseja el consumo de líquidos (aguas, bebidas no azucaradas, etc.), aunque se puede recurrir también a productos para solucionar el problema, como ciertos sprays o enjuagues bucales, pero siempre contando con la prescripción del odontólogo.

Cuidar la glucosa. Las personas que tienen diabetes pueden tener problemas en la dentadura y las encías más frecuentemente si las concentraciones de glucosa en la sangre permanecen altas.

Limitación del movimiento. Algunas personas con artritis u otras condiciones que limitan el movimiento pueden tener dificultad para cepillarse los dientes. En estos casos es aconsejable recurrir a aparatos especiales, como los cepillos eléctricos.

Vigilar las heridas. Es posible diagnosticar tempranamente enfermedades relacionadas con la salud de la boca. Ante cualquier herida en la cavidad bucal que persista más de 15 días, hay que acudir a un experto.

13/2/10

Dietas anti dientes

Se dice mucho: consumir azúcares destruye los dientes. Las sodas a toda hora, las infusiones, la comida en cualquier momento pueden jugar en contra de cualquier boca. Esto es porque ayudan a que se forme placa y de esta manera se terminan por generar las caries. A este riesgo se suma otro más: los trastornos alimenticios. Una amenaza constante contra la salud en general y bucal en especial.

Anorexia y bulimia

Estos son los trastornos alimenticios más conocidos y más frecuentes en las personas. La bulimia nerviosa, alerta la American Dental Association (Asociación Dental Americana), es uno de los grandes enemigos de la salud bucal.

Esta enfermedad genera que las personas consuman grandes cantidades de comidas a escondidas y en repetidas ocasiones. En segundo lugar quien la padece siente un gran malestar o tristeza que viene luego del atracón. Por último un enfermo de bulimia nerviosa termina provocándose el vómito.

El ciclo se repite una y otra vez y es realmente peligroso para el cuerpo humano. En el caso de los dientes lo que sucede es que al estar expuestos al ácido del sistema digestivo terminan por erosionarse de forma severa. Algunos dientes llegan a lucir traslúcidos gracias al contacto con este ácido. Además la boca, las glándulas salivales y la garganta se hinchan.

La anorexia es otra de las enfermedades con serias implicancias en la salud bucal. En este caso las personas temen tanto engordar que directamente no se alimentan. En conclusión: no adquieren las vitaminas, minerales y proteínas fundamentales para su salud. Un trastorno que, dice la Asociación Dental Americana, perjudica en forma potencial a la dentadura.

La clave para conseguir una dieta que ayude a la boca se basa en actitudes sencillas: limitar las sodas, alimentarse de forma balanceada y nutritiva. Por último no se debe olvidar el cepillado de los dientes dos veces al día.

12/2/10

Dile sí al flúor

Más del 84 por ciento de los niños de Estados Unidos y del 96 por ciento de los adultos experimentaron una carie a lo largo de su vida. La incidencia es tan alta que ha generado un gasto adicional por parte del Gobierno, la fluorización del agua potable. Medida que todos los Estados tienen, en mayor o menor porcentaje, y que ayuda a mantener la salud de tu boca. Conoce de qué se trata.

¿Qué es?

El Center for Disease, Control and Prevention (Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades, CDC) dice que muchas investigaciones realizadas en los últimos 50 años han demostrado los beneficios de la fluorización del agua. Una acción segura y efectiva que bajó la incidencia de las caries en la población en general.

Los CDC detallan más. Una persona gasta aproximadamente 100 dólares en arreglar una carie con amalgama, el mismo valor que tiene recibir en el hogar y consumir agua con flúor durante toda la vida.

Aún así no todos los Estados distribuyen en forma tan masiva este servicio. Las Water Fluoridation Statistics for 2006 (Estadísticas de Fluorización del Agua del 2006) demostraron que el 69,2 por ciento de la población de EU recibe el agua con este agregado. California, Hawai, Idaho, Montana y Oregón son los Estados con menos agua con flúor.

Un dato para tener en cuenta: entre 1945 y 1946 se iniciaron estudios en cuatro comunidades. Fueron investigadores independientes que agregaron flúor al agua. En 1960, los resultados demostraron que las caries dentales habían decrecido algo de un 56 por ciento en esas poblaciones. Ahora se espera lograr disminuir entre un 18 por ciento y un 40 las caries de la población en general.

¿Más razones para consumir esta agua? Sí, es completamente segura y ayuda a que tus visitas al dentista disminuyan y a que mejore tu salud oral en general.

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