31/8/10

3M ESPE descubre algunas confusiones sobre el cuidado bucal infantil.

Todo el mundo es consciente de que el cuidado de los dientes de los niños es muy importante, sin embargo en algunos aspectos todavía existe cierto desconocimiento sobre las medidas a tener en cuenta durante el crecimiento de los más pequeños. Así lo muestra una encuesta realizada por 3M ESPE, división de 3M destinada a los profesionales de la odontología, en la que se descubre, por ejemplo, cierta confusión sobre la edad recomendad para comenzar a lavar la boca de los niños o el número de visitas al dentista más adecuado. Un cuidado adecuado desde los primeros meses ayudará a conseguir una buena salud bucal en el futuro.

“Uno de los errores más comunes que se produce al determinar cuándo comenzar a lavar la boca de los niños, ya que es frecuente creer que la edad ideal es cuando empiezan a salir las dientes de leche, sin embargo lo adecuado es lavar las encías desde bebés utilizando unas gasas”, destaca Ángel Álvarez de Benito, asesor científico de 3M ESPE. Este dato confirma los resultados obtenidos en la encuesta, ya que el 56% de los encuestados creen que hay que comenzar a lavárselos cuando empiezan a salir los dientes de leche.

Otro de los aspectos a destacar es la edad en la que el niño debe comenzar a lavarse los dientes de forma independiente, según los datos la encuesta el 52% piensa que la edad ideal es alrededor de los 4 años, sin embargo Ángel Álvarez de Benito de 3M confirma que “la mejor edad es hacia los 2 años cuando los niños ya pueden sujetar bien el cepillo, aunque con supervisión de un adulto para comprobar que lo están haciendo de forma correcta”.

Para acabar con esta confusión 3M ESPE, líder en el campo de la odontología por su apuesta por la digitalización de procesos como la toma de muestras para restauraciones de piezas bucales, ofrece algunas recomendaciones para asegurar un correcto cuidado de la boca de los más pequeños:

- Iniciar las visitas al dentista alrededor de los de los 2 o 3 años.

- Realizar dos visitas al año.

- Lavar la boca de los niños desde bebés, con ayuda de unas gasas.

- Asegurarse de que los niños se lavan los dientes 2 o 3 veces al día, en función de la edad.

- Comprarles cepillos y pasta de dientes adecuados para cada edad.

Siguiendo estos consejos no sólo se puede conseguir una correcta salud bucal para los niños, si no también que se habitúen desde pequeños a lavarse los dientes de forma continua y evitar los temores a las visitas al odontólogo, ya que lo verán como algo habitual. Dentro de este “temor” al dentista 3M ESPE está desarrollando nuevas técnicas y productos que hacen más cómodas, sencillas y eficaces las visitas al dentista, como con el escáner intraoral Lava Cos que permite tomar el modelo de la boca, realizar restauraciones de piezas de forma más precisa y más cómoda para el paciente.

Sobre 3M

3M, fundada en 1902, tiene más de 60.000 artículos diferentes en el mercado. 3M es una compañía global multi-tecnológica, multi-producto y multi-mercado que opera en más de 65 países y posee fábricas en 35 países. La compañía, con sede en Minnesota, cuenta con unos 75.000 empleados y facturó en 2009 23.000 millones de dólares.

Dentro de la división de Cuidado de la Salud de la compañía se encuentra 3M ESPE, destinada a los profesionales de la odontología. Con una trayectoria de más de 40 años en el sector cuenta con reputación mundial y se sitúa a la cabeza en la aportación de soluciones novedosas a la industria odontológica, creando tendencia en el mercado.

3M ESPE fabrica y comercializa más de 2000 productos usados por dentistas de todo el mundo para mejorar la salud dental de la población. Los productos son diseñados para satisfacer sus necesidades en los campos de restauración, prótesis, prevención, control de la infección y cosmética dental. Para conocer todas las soluciones de 3M ESPE visita la web de 3M. (noticias médicas)

Odontoplanet

30/7/10

Los efectos del piercing según el estudio de la URJC

Los piercings orales están de moda pero no son inocuos. Es más, causan numerosas complicaciones y lesiones bucodentales. Así lo pone de manifiesto un estudio realizado en la Clínica Odontológica de la Universidad Rey Juan Carlos, URJC de Madrid que ha sido presentado en la reunión anual de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración. “La excesiva preocupación en los últimos años por la estética ha hecho que muchos jóvenes lleven en la boca piercings, pero esta moda está provocando multitud de perjuicios para la salud bucodental”, asegura José Andrés Sobrino, Profesor de Odontología de la URJC y uno de los responsables de la investigación.

Y los datos le dan la razón. El 72% de los pacientes encuestados manifestaron haber sufrido alguna complicación posterior a la colocación del piercing. La más frecuente fue la inflamación (el 35%), seguida del dolor (18%), la dificultad de hablar y de masticar (el 15%), disgeusia (alteración del gusto) (el 5%), sangrado (4%), hipersialia (aumento de la salivación), infección y parestesias (sensación de hormigueo) (todas ellas un 2%) y alergia (1%).

Además de los daños típicos después de la colocación del piercing, se producen también lesiones periodontales y en los tejidos duros y blandos, tanto en la colocación extraoral como intraoral. Las fisuras son los daños en los tejidos duros más frecuentes (96,5%) –siendo éstas independientes del tipo de piercing, material o tiempo de permanencia-, seguidas de las abrasiones (10,3%) y finalmente las pigmentaciones (3,5%). Con respecto a los tejidos blando, el 85% de los sujetos presenta algún daño. El que se produce más a menudo es la impronta (el 72%), seguido de la depapilación (el 15%), queloides (crecimientos exagerados del tejido cicatricial ) (el 7%) y la úlcera (el 6%).

Pero si alguna lesión preocupa a los odontólogos es la periodontal ya que se producen en casi la mitad de los portadores de piercings (48,1%). Éstas aumentan en los sujetos que llevan el piercing de metal y colocación extraoral.

Odontoplanet

Los dentistas pueden detectar osteoporosis de forma automática.

Así lo acaba de publicar el diario Bone, y difundir la Universidad de Manchester, donde imparten clases los investigadores que han encontrado una forma singular de identificar a las personas que padecen osteoporosis: a través de radiografías dentales ordinarias.

El origen de este descubrimiento deviene del estudio de más de 3 años que los profesores Keith Horner y Hugh Devlin de la Facultad de Odontología de la Universidad de Manchester, en cooperación con las Universidades de Atenas, Lovaina, Amsterdam y Malmö, han estado realizando sobre esta enfermedad.

Los científicos han desarrollado un software que analiza la densidad ósea de la mandíbula con rayos X e informa al profesional en caso de presentarse valores preocupantes. El software detecta cuando hay un indicio claro de osteoporosis, y es a partir de que el espesor en la corteza de la mandíbula es de menos de 3mm.

Así lo pudieron comprobar con las cientos de pacientes que realizaron las pruebas. En concreto, mujeres que de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un 15 por ciento mayores de cincuenta años, un 22 por ciento de sesenta y un 38.5 por ciento de setenta se ven afectadas por la osteoporosis.

"Este paso inicial automatizado, barato, fácil y extendido podría ser realizado por todos los odontólogos que hagan radiografías de rutina", subrayó Horner, por lo que subrayó que las empresas de tecnología médica deberían integrar el programa de diagnóstico en sus aparatos de rayos X. (canal dental)

Odontoplanet

19/7/10

Esa muela que nos hace perder el juicio

Los terceros morales, conocidos popularmente como muela del juicio, deben tener un cuidado especial. Si no erupciona con los años, incluso puede generar quistes y tumores. Una simple radiografía a tiempo evita severas complicaciones a futuro, advierte el doctor Alejandro Hermosilla, docente de la Facultad de Odontología de la Universidad Andrés Bello.

Muela del juicio es el nombre que reciben los terceros molares, que son los últimos dientes en erupcionar. En total son cuatro: dos en la mandíbula (izquierdo y derecho) y dos en el maxilar superior (izquierdo y derecho). Salen por detrás de los segundos molares definitivos.

“Su fecha de erupción es amplia y varía según el caso, pudiendo ser desde los 15 a los 25 años, aproximadamente. Su nombre se debe a que asoman a una edad en que la persona ya actúa con juicio. Y también, literalmente, por la intensidad del dolor que ocasiona, ya que puede hacer perder el juicio y la cordura a cualquiera”, explica el doctor Alejandro Hermosilla, docente de la Facultad de Odontología de la Universidad Andrés Bello.

Respecto a si es efectivo que no a todas las personas les erupcionan debido a factores hereditarios, el odontólogo señala que “en general, existen tres posibilidades para estos terceros molares. Primero, que por razones genéticas el tercer molar no se forme, por lo tanto, nunca erupcionará. Segundo, que quede atrapada en el hueso en forma parcial o total, provocando una serie de problemas que deberán ser atendidos por un profesional. Y tercero, que erupcionen y participen en forma normal en los procesos de masticación y otras funciones de los dientes”, agregó el odontólogo.

Extraerla


La extracción de los terceros molares puede ser una forma de prevenir futuros problemas, siempre y cuando se detecte a tiempo que la pieza dentaria en cuestión está en una mala posición y no va a ser posible su erupción de forma natural.

“De ser necesario extraerlas, se recomienda que se haga lo antes posible (antes de los veinte años), cuando más joven es el paciente al momento de la extracción, menores son las complicaciones. También hay que considerar casos en que los terceros molares pueden ser de gran ayuda para la masticación y es bueno conservarlos, como cuando el paciente ha perdido con anterioridad algún molar, el tercer molar puede reemplazar en boca la función de la pieza perdida. Todo esto lo debe determinar un especialista, por eso es sumamente importante acudir a los controles periódicos con su Odontólogo”, dice el especialista.

Precauciones

Es importante saber que cuando la muela del juicio no erupciona con los años, en ocasiones pueden aparecer quistes y tumores. “Una simple radiografía a tiempo puede evitar severas complicaciones a futuro, ya que nos va a permitir conocer la posición y forma en que está creciendo la pieza para extraerla antes de sufrir dolor. Se debe controlar si existe dolor o presión en las encías o hueso mandibular, enrojecimiento o inflamación en la encía alrededor del diente afectado, a nivel del cuello o detrás del oído, dificultad para abrir la boca, dolores continuos de cabeza, oído o dental sin causa aparente y alguna sensación o sabor desagradable cuando mastica o muerde”, advierte el doctor.

Consecuencias

Puede haber problemas de tipo infeccioso cuando el molar se encuentra atrapado parcialmente y sólo se logra ver una pequeña parte de él, se forma una bolsa en la encía en la cual se retiene alimento.

“La inflamación se puede extender hasta la mejilla y los ganglios del cuello, el paciente no puede abrir bien la boca, presenta dificultad al tragar, y un dolor muy fuerte. A esa infección se le conoce como Pericoronaritis y debe ser tratada con antibióticos específicos, limpieza, retiro del alimento atrapado y drenaje del absceso, todo esto antes de la extracción del tercer molar”, subraya el odontólogo.

En ocasiones, se producen tumores que pueden ser sumamente agresivos y puede alcanzar considerables dimensiones. “Se dice que cuando están ubicados en una mala posición, pueden provocar un apiñamiento dentario de las piezas presentes en la boca, al estar realizando su fuerza de erupción hacia adelante. La presión que ejercen sobre los segundos molares puede provocar dolores severos y un desorden en las fuerzas de la masticación ocasionando mal funcionamiento y dolor en la articulación de la mandíbula con la base del cráneo (articulación temporomandibular)”, concluye el docente de la UNAB. (UAB)

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13/7/10

Blancorexia, la obsesión por los dientes blancos

Si usted quiere que sus dientes luzcan siempre blancos, tenga cuidado con caer en los extremos y correr el riesgo de perder dentadura por la búsqueda de una sonrisa reluciente. Así lo advierte el doctor Enrique Jadad, especialista en Odontología Estética sobre dientes e implantes, y con un postgrado en Rehabilitación Oral, quien actualmente es profesor visitante de la carrera de Odontología de la Escuela de Salud de la Universidad de Viña del Mar.

“Para lograr dientes muy blancos, hay que abusar en los tiempos de aplicación de los peróxidos, que son compuestos químicos en base a oxígeno. Pero esto constituye una violación a la biología de los dientes y de la ética profesional. La situación se describe como ‘blancorexia’: pacientes deslumbrados por la publicidad engañosa que cada día piden más y más aplicaciones de peróxidos, y que incluso los compran irresponsablemente en las grandes tiendas y por Internet”.

¿Cuáles son los daños si se abusa de los productos para blanquear?

“Habrá daños en la matriz del esmalte, al interior del diente y en la penetración pulpar, lo que quiere decir que se afectará el paquete vásculo nervioso dentro de los dientes. Estudios a largo plazo, de doce años de seguimiento, han descrito lesiones irreversibles como reabsorciones de las raíces de los dientes, destrucciones de las capas prismáticas de los dientes, pulpitis crónicas que conllevan a tratamientos de endodoncia”, detalla Jadad. Este abuso de los peróxidos conduce a cambios histomorfológicos en los dientes. “Y esto, finalmente, puede terminar en fuertes dolores, que la raíz del diente se debilite y el diente se caiga”, agrega el especialista.

Jadad sostiene, además, que hay agentes químicos y técnicas no recomendables para un blanqueamiento dental y que, sin embargo, se están empleando frecuentemente en los últimos años: “lo peor que ha sucedido es el boom de los láser y lámparas para aclarar los dientes. Esto ha sido un ingenioso plan de marketing que no tiene asidero científico y se ha llegado a llamar ‘otra mentira blanca”.

Ganador de varios premios y considerado uno de los mejores del continente en odontología restaurativa, estética e implantes, Jadad ha impartido conferencias en Estados Unidos y más de diez países de Latinoamérica. En octubre, participará en un congreso de odontología que la Escuela de Ciencias de la Salud UVM está organizando.

¿Cuál es la técnica más recomendable para blanquear dientes?

“Lo mejor es aclarar los dientes con técnica casera, es decir, con férulas o guardas oclusales blandas, y aplicándole a los pacientes peróxidos de carbamida en concentraciones entre el 10 y el 15 por ciento. Para lograr mayor efectividad o rapidez en el resultado, se puede iniciar aplicando peróxidos de hidrógeno en altas concentraciones (38%) en el consultorio, bajo la supervisión del odontólogo y protegiendo las encías con materiales acordes para este tipo de procesos; estos peróxidos de hidrógeno se deben aplicar por no más de diez minutos y hasta dos veces en la misma cita. Existen, además, unos peróxidos de carbamida en altas concentraciones, entre el 25 y 45% de concentración, que se deben aplicar por 30 minutos en el consultorio y bajo la supervisión del odontólogo; esto se puede repetir por tres a cinco días, para luego continuar con los peróxidos de carbamida a bajas concentraciones y para uso en casa”.

Más allá del evidente efecto de mayor claridad en los dientes, ¿qué produce el blanqueamiento dental?

“Si se abusa de los productos para blanquear, evidentemente habrá daños en la matriz del esmalte, al interior del diente y en la penetración pulpar, lo que quiere decir que se va a afectar el paquete vásculo nervioso dentro de los dientes. Estudios a largo plazo, de doce años de seguimiento, han descrito lesiones irreversibles como reabsorciones de las raíces de los dientes, destrucciones de las capas prismáticas de los dientes, pulpitis crónicas que conllevan a tratamientos de endodoncia. Esto pasa, recordemos, cuando se abusa de estos productos y se sobrepasa los límites de tolerancia a los peróxidos, lo que puede causar cambios histomorfológicos en los dientes. Finalmente, todo lo descrito puede terminar en fuertes dolores y en que la raíz del diente se debilite y el diente se caiga”.

¿De qué color son exactamente los dientes sanos?

“Los dientes naturales no son blancos, tienen diversas tonalidades que generalmente se encuentran en el grupo de los amarillos. El color normal de los dientes temporales se describe como blanco azulado y el de los dientes permanentes de diversas tonalidades: amarillo grisáceo, blanco grisáceo y blanco amarillento. Los dientes naturales, sanos o parcialmente restaurados, pueden llegar a tener una variedad de tonalidades o gama de colores a causa de muchísimos procesos o motivos. Básicamente, el color de los dientes viene condicionado genéticamente; por esto, los dientes que no sean especialmente blancos no tienen porqué considerarse que estén enfermos o presenten alguna patología”.

¿Por qué aparecen manchas en los dientes?

“Algunos dientes sufren modificación de color de origen local y de localización superficial; en otros, ello puede deberse a trastornos locales generales que en ocasiones orientan hacia una enfermedad sistémica o a un tipo de síndrome. Las pigmentaciones de los dientes se han clasificado en extrínsecas e intrínsecas. Las extrínsecas se encuentran en la superficie exterior de los dientes y son de origen local, y pueden deberse a depósito o penetración de sustancias en la superficie de los dientes. Las intrínsecas se deben al depósito y la incorporación más profunda de sustancias en el esmalte o la dentina y representan verdaderas anomalías. Son manifestaciones de afecciones que el paciente sufrió en el periodo de formación de los dientes”.

- ¿Cuáles son las causas más comunes de decoloración de los dientes? “Muchos factores pueden causar la decoloración de los dientes. El cambio en el color puede afectar a todo el diente o sólo aparecer como manchas o líneas en el esmalte dental. Los genes influencian el color de los dientes. Otras cosas que pueden afectar el color de los dientes abarcan las enfermedades congénitas, los factores ambientales y las infecciones. Las enfermedades hereditarias pueden influenciar el espesor del esmalte o su contenido de calcio o proteína, lo cual puede causar cambios en el color. Asimismo, las enfermedades metabólicas pueden causar cambios tanto en el color como en la forma de los dientes. Los fármacos y medicamentos, ya sea que los tome la madre durante el embarazo o el niño mientras sus dientes se desarrollan, pueden causar cambios tanto en el color como en la dureza del esmalte”.

¿Se puede blanquear todo tipo de manchas?

“No todas las manchas o pigmentaciones se eliminan con blanqueamiento, algunas son más profundas que otras y, por lo tanto, más difíciles de tratar. Ciertas manchas se presentan cuando agentes externos ingeridos por el individuo, afectan el esmalte, que es la capa más superficial del diente. Estas son conocidas como pigmentaciones extrínsecas”.

¿Qué ocurre con el consumo de tabaco?

“El consumo de cigarrillos y tabacos produce manchas amarillas, marrones o negras, usualmente localizadas en los cuellos de los dientes. Bebidas como té o café también ocasionan pigmentaciones oscuras al igual que algunos alimentos y enjuagues antisépticos bucales. En estos casos, el blanqueamiento es una buena alternativa de tratamiento”. (La Segunda)

OdontoPlanet

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