Adquirir seguros de salud es indispensable para evitar que por una enfermedad, tu patrimonio personal o familiar pueda verse afectado o, peor aún, perderse. Actualmente, las aseguradoras ofrecen gran variedad de planes de seguro, de acuerdo a los ingresos y a las expectativas de cobertura de cada persona.
Amplia gama de posibilidades
Para cada tipo de seguro hay una cobertura específica, por lo tanto, antes de firmar una póliza se debe chequear que el plan contratado cubra las necesidades personales.
Según los especialistas, lo correcto es contratar un seguro a partir de los 23 años de edad. Después de los 70 años, las personas tienen dificultades para ser aceptadas por las aseguradoras porque, por su edad, tienen mayores chances de sufrir enfermedades y disminuyen la rentabilidad del negocio para la entidad.
Los precios de los seguros varían de acuerdo a la extensión de la cobertura en cuanto a atención médica (por ejemplo, padecimientos, cirugías estéticas, tratamientos dentales, etc) y la calidad y el lujo de los hospitales a los que se derive al paciente. También influye en el costo, el tema del deducible o sea, el primer dinero que se tendrá que pagar por cualquier tipo de enfermedad y que, siempre, correrá por cuenta del asegurado. Es importante tener en cuenta que, a mayor deducible, más barato será el seguro.
Protegerse y prevenir
Lo que debe tenerse presente al contratar una póliza de salud es que se trata de una de las mejores inversiones que puede hacerse a cualquier edad.
Por ello mantenerla vigente es indispensable.
Desafortunadamente en temas de salud no estamos exentos de padecer una enfermedad o ser víctimas de un accidente. En la mayor parte de los casos los gastos que implica un evento de este tipo impactan fuertemente la economía de las personas.
El uso de los seguros puede parecer a simple vista complejo por los formatos que se solicitan para documentar las particularidades de cada asegurado, pero no es así. Si el asegurado solicita a su agente una buena descripción de los beneficios que ofrece su póliza y revisa detenidamente las condiciones generales, podrá reconocer el uso y alcance de su cobertura.
En resumen, al contratar un seguro de salud es importante conocer si los beneficios que ofrece se adecuan a las necesidades del usuario, en temas como red médica, cobertura nacional, servicios de carácter preventivo y revisiones clínicas. De ello dependerá en gran medida el nivel y calidad de atención, así como el servicio que obtendrá en el transcurso de su vigencia.
26/9/13
23/3/13
Fecundación in Vitro
La Fecundación In Vitro (FIV) es la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio, con el fin de obtener un número apto de embriones disponibles para transferir al útero materno.
Es una alternativa válida cuando han fallado tratamientos previos, como la Inseminación Artificial, y necesaria en casos de factor masculino severo y factor tubárico (trompas de Falopio obstruidas), entre otros.
La inseminación de los ovocitos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional o Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), indicada esta última en casos de factor masculino severo, fallos de fecundación previos con FIV, fallos de tratamientos previos de Inseminación Artificial o situaciones en las que disponemos de un número limitado de ovocitos.
Las tasas de éxito de la FIV/ICSI se han ido incrementando en los últimos años gracias a los avances científicos y mejoras de las condiciones de laboratorio, ofreciendo una mayor posibilidad de gestación a las pacientes.
El procedimiento consta de varias fases:
Evaluación personalizada de la paciente
Evaluación personalizada de cada paciente para determinar su edad, reserva ovárica (mediante ecografía y determinación de hormonas basales tras un análisis de sangre), índice de masa corporal, antecedentes personales y ginecológicos…etc. Todo ello orienta al ginecólogo para poder escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Estimulación ovárica
Estimulación del ovario con hormonas, denominadas gonadotropinas, que inducen la formación de un mayor número de folículos, dentro de los cuales hay un ovocito. Este procedimiento es necesario para incrementar las posibilidades de éxito, ya que de forma natural la mujer sólo hace un folículo –y por tanto, un ovocito- cada ciclo menstrual. Este tratamiento trata de estimular al ovario para que produzca más ovocitos que de forma natural, y de este modo, poder llegar a obtener un mayor número de embriones. Hay que tener en cuenta que no todos los ovocitos van a dar lugar a embriones de buena calidad, y por ello tenemos que partir con un mayor número de ovocitos. Las hormonas son inyectables y se administran por vía subcutánea o intramuscular. La mayoría de los preparados hoy en día disponibles son por vía subcutánea, lo que permite la autoinyección por parte de la paciente sin ninguna dificultad.
El tratamiento viene a durar entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y de la velocidad de respuesta de cada paciente. Durante el mismo, se realizarán ecografías seriadas (unas 3 ó 4) y determinación de estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
En algunos casos puede ocurrir que la paciente responda exageradamente a la estimulación, produciendo muchos folículos y dando lugar al Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, situación ante la cual la paciente será observada más estrechamente y se llevarán a cabo las medidas oportunas para minimizar al máximo sus efectos secundarios. En la mayoría de los casos, el síndrome de hiperestimulación ovárica es leve, y se manifiesta con disconfort y distensión abdominal, síntomas que se asemejan a un síndrome premenstrual. Hoy en día existen protocolos dirigidos para evitar completamente el riesgo de esta complicación, por lo que se aplican a todas aquellas pacientes en las que es previsible una respuesta exagerada a la estimulación.
Por el contrario, hay mujeres que hacen una respuesta a la estimulación menor de la esperada. En ese caso existe la opción de vitrificar (congelar) los óvulos y volver a realizar una segunda estimulación. Posteriormente, se suman los óvulos procedentes de ambos ciclos y se lleva a cabo el FIV/ICSI, de manera que incrementamos las posibilidades de éxito al aumentar el número de óvulos disponibles en una paciente que inicialmente tenía menores posibilidades de éxito.
Punción folicular
Cuando evidenciamos por ecografía que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado y consideramos que ya hay disponibles un número adecuado de ovocitos, programamos la punción folicular 36 horas después de la administración de una inyección de hCG que induce la maduración ovocitaria final.
La punción se realiza en quirófano y bajo sedación, con el fin de que la paciente no sienta ningún tipo de molestias durante el procedimiento, cuya duración es de aproximadamente 10-15 minutos.
La punción se realiza por vía vaginal guiada por ecografía y a través de una aguja fina conectada a un sistema de presión negativa, se aspiran todos y cada uno de los folículos, obteniendo de este modo los ovocitos que hay en su interior. Tras el procedimiento, la paciente estará en observación aproximadamente una hora y después podrá ser dada de alta. El riesgo de sufrir alguna complicación durante la extracción de ovocitos es de 1 por cada 2.500 casos, por lo que se puede considerar inapreciable.
Inseminación de los ovocitos
Una vez disponemos de los ovocitos tras la realización de la punción folicular y de los espermatozoides, que normalmente se obtienen tras la recogida de una muestra de semen por parte de la pareja masculina (en casos de azoospemia secretora serán recuperados mediante la realización de una biopsia de testículo), se procederá a la inseminación de los óvulos.
Este proceso puede realizarse de dos modos: la FIV convencional consiste en colocar en la placa de cultivo un ovocito rodeado de espermatozoides, y la ICSI en introducir un espermatozoide vivo seleccionado dentro del ovocito mediante punción del mismo con la ayuda de una pipeta. Al día siguiente se comprueba si la fecundación se ha producido correctamente y ha dado lugar a la formación de un cigoto.
Cultivo embrionario en laboratorio
Los embriones resultantes serán observados en el laboratorio día tras día, y serán clasificados según su morfología y capacidad de división. Algunos embriones pueden llegar a bloquearse en su desarrollo, y serán descartados al ser considerados no viables.
Lo más frecuente es realizar la transferencia en día 3 de desarrollo embrionario (3 días después de la punción), aunque en algunas ocasiones se prolonga el cultivo hasta estadio de blastocisto (día 6 de desarrollo) para realizar una mejor selección embrionaria. Para ello utilizamos la técnica del Co-cultivo Embrionario con células de endometrio, que ha sido desarrollada originalmente en el IVI y cuya utilidad está reconocida internacionalmente. En definitiva, se trata de cultivar los embriones junto con células del epitelio endometrial humano, que es su medio natural. En estos cultivos los embriones se desarrollan durante 6 días alcanzando la mayoría de ellos el estadio óptimo para la implantación. También es posible el cultivo embrionario mediante medios de cultivo que le aportan el sustento nutricional para su desarrollo.
Transferencia embrionaria
Consiste en la introducción de los mejores embriones de la cohorte dentro del útero materno con la ayuda de una cánula especialmente diseñada para ello. El procedimiento lleva a cabo en quirófano, aunque en este caso no es preciso realizar una sedación, ya que es un proceso rápido e indoloro. La ley española permite la transferencia de un máximo de 3 embriones cada vez, si bien ello incrementa sobremanera las posibilidades de una gestación múltiple. Por ello, recomendamos la transferencia de 1 ó 2 embriones en función de la calidad de los mismos.
En cuanto a los resultados de FIV en el IVI son de los más elevados del mundo, lo que comprobamos año tras año en los distintos foros internacionales donde se contrastan las experiencias de otros especialistas dedicados a la reproducción humana. Dentro de nuestra política de dar una información veraz a nuestros pacientes sobre las tasas de éxito obtenidas, hemos establecido una sección donde anualmente se informa de los resultados del Grupo en el año inmediatamente anterior, así como de otras novedades interesantes. Consideramos esta información esencial para que las parejas con problemas puedan decidirse por un centro u otro.
Vitrificación de los embriones restantes
Una vez realizada la transferencia embrionaria, llevamos a cabo la vitrificación de los embriones de buena calidad sobrantes, con el fin de poder ser transferidos en un ciclo posterior sin necesidad de estimulación ovárica. La nueva técnica de congelación rápida o vitrificación, que realizamos en IVI, asegura resultados esperanzadores, ya que los embriones no se ven afectados por la misma y la tasa de gestación no declina -como ocurría con la congelación lenta o convencional- en relación a la tasa obtenida con embriones en fresco.
Prueba de embarazo
Aproximadamente 2 semanas después de la transferencia embrionaria, la paciente debe realizarse un test de beta-hCG en sangre para confirmar si se ha logrado la gestación y cuantificar la hormona de embarazo en sangre. Si la prueba es positiva, deberá realizarse una ecografía vaginal una semana más tarde con el fin de visualizar el saco gestacional. En este momento suele diagnosticarse si la gestación es única o múltiple.
Es una alternativa válida cuando han fallado tratamientos previos, como la Inseminación Artificial, y necesaria en casos de factor masculino severo y factor tubárico (trompas de Falopio obstruidas), entre otros.
La inseminación de los ovocitos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional o Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), indicada esta última en casos de factor masculino severo, fallos de fecundación previos con FIV, fallos de tratamientos previos de Inseminación Artificial o situaciones en las que disponemos de un número limitado de ovocitos.
Las tasas de éxito de la FIV/ICSI se han ido incrementando en los últimos años gracias a los avances científicos y mejoras de las condiciones de laboratorio, ofreciendo una mayor posibilidad de gestación a las pacientes.
El procedimiento consta de varias fases:
Evaluación personalizada de la paciente
Evaluación personalizada de cada paciente para determinar su edad, reserva ovárica (mediante ecografía y determinación de hormonas basales tras un análisis de sangre), índice de masa corporal, antecedentes personales y ginecológicos…etc. Todo ello orienta al ginecólogo para poder escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Estimulación ovárica
Estimulación del ovario con hormonas, denominadas gonadotropinas, que inducen la formación de un mayor número de folículos, dentro de los cuales hay un ovocito. Este procedimiento es necesario para incrementar las posibilidades de éxito, ya que de forma natural la mujer sólo hace un folículo –y por tanto, un ovocito- cada ciclo menstrual. Este tratamiento trata de estimular al ovario para que produzca más ovocitos que de forma natural, y de este modo, poder llegar a obtener un mayor número de embriones. Hay que tener en cuenta que no todos los ovocitos van a dar lugar a embriones de buena calidad, y por ello tenemos que partir con un mayor número de ovocitos. Las hormonas son inyectables y se administran por vía subcutánea o intramuscular. La mayoría de los preparados hoy en día disponibles son por vía subcutánea, lo que permite la autoinyección por parte de la paciente sin ninguna dificultad.
El tratamiento viene a durar entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y de la velocidad de respuesta de cada paciente. Durante el mismo, se realizarán ecografías seriadas (unas 3 ó 4) y determinación de estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
En algunos casos puede ocurrir que la paciente responda exageradamente a la estimulación, produciendo muchos folículos y dando lugar al Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, situación ante la cual la paciente será observada más estrechamente y se llevarán a cabo las medidas oportunas para minimizar al máximo sus efectos secundarios. En la mayoría de los casos, el síndrome de hiperestimulación ovárica es leve, y se manifiesta con disconfort y distensión abdominal, síntomas que se asemejan a un síndrome premenstrual. Hoy en día existen protocolos dirigidos para evitar completamente el riesgo de esta complicación, por lo que se aplican a todas aquellas pacientes en las que es previsible una respuesta exagerada a la estimulación.
Por el contrario, hay mujeres que hacen una respuesta a la estimulación menor de la esperada. En ese caso existe la opción de vitrificar (congelar) los óvulos y volver a realizar una segunda estimulación. Posteriormente, se suman los óvulos procedentes de ambos ciclos y se lleva a cabo el FIV/ICSI, de manera que incrementamos las posibilidades de éxito al aumentar el número de óvulos disponibles en una paciente que inicialmente tenía menores posibilidades de éxito.
Punción folicular
Cuando evidenciamos por ecografía que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado y consideramos que ya hay disponibles un número adecuado de ovocitos, programamos la punción folicular 36 horas después de la administración de una inyección de hCG que induce la maduración ovocitaria final.
La punción se realiza en quirófano y bajo sedación, con el fin de que la paciente no sienta ningún tipo de molestias durante el procedimiento, cuya duración es de aproximadamente 10-15 minutos.
La punción se realiza por vía vaginal guiada por ecografía y a través de una aguja fina conectada a un sistema de presión negativa, se aspiran todos y cada uno de los folículos, obteniendo de este modo los ovocitos que hay en su interior. Tras el procedimiento, la paciente estará en observación aproximadamente una hora y después podrá ser dada de alta. El riesgo de sufrir alguna complicación durante la extracción de ovocitos es de 1 por cada 2.500 casos, por lo que se puede considerar inapreciable.
Inseminación de los ovocitos
Una vez disponemos de los ovocitos tras la realización de la punción folicular y de los espermatozoides, que normalmente se obtienen tras la recogida de una muestra de semen por parte de la pareja masculina (en casos de azoospemia secretora serán recuperados mediante la realización de una biopsia de testículo), se procederá a la inseminación de los óvulos.
Este proceso puede realizarse de dos modos: la FIV convencional consiste en colocar en la placa de cultivo un ovocito rodeado de espermatozoides, y la ICSI en introducir un espermatozoide vivo seleccionado dentro del ovocito mediante punción del mismo con la ayuda de una pipeta. Al día siguiente se comprueba si la fecundación se ha producido correctamente y ha dado lugar a la formación de un cigoto.
Cultivo embrionario en laboratorio
Los embriones resultantes serán observados en el laboratorio día tras día, y serán clasificados según su morfología y capacidad de división. Algunos embriones pueden llegar a bloquearse en su desarrollo, y serán descartados al ser considerados no viables.
Lo más frecuente es realizar la transferencia en día 3 de desarrollo embrionario (3 días después de la punción), aunque en algunas ocasiones se prolonga el cultivo hasta estadio de blastocisto (día 6 de desarrollo) para realizar una mejor selección embrionaria. Para ello utilizamos la técnica del Co-cultivo Embrionario con células de endometrio, que ha sido desarrollada originalmente en el IVI y cuya utilidad está reconocida internacionalmente. En definitiva, se trata de cultivar los embriones junto con células del epitelio endometrial humano, que es su medio natural. En estos cultivos los embriones se desarrollan durante 6 días alcanzando la mayoría de ellos el estadio óptimo para la implantación. También es posible el cultivo embrionario mediante medios de cultivo que le aportan el sustento nutricional para su desarrollo.
Transferencia embrionaria
Consiste en la introducción de los mejores embriones de la cohorte dentro del útero materno con la ayuda de una cánula especialmente diseñada para ello. El procedimiento lleva a cabo en quirófano, aunque en este caso no es preciso realizar una sedación, ya que es un proceso rápido e indoloro. La ley española permite la transferencia de un máximo de 3 embriones cada vez, si bien ello incrementa sobremanera las posibilidades de una gestación múltiple. Por ello, recomendamos la transferencia de 1 ó 2 embriones en función de la calidad de los mismos.
En cuanto a los resultados de FIV en el IVI son de los más elevados del mundo, lo que comprobamos año tras año en los distintos foros internacionales donde se contrastan las experiencias de otros especialistas dedicados a la reproducción humana. Dentro de nuestra política de dar una información veraz a nuestros pacientes sobre las tasas de éxito obtenidas, hemos establecido una sección donde anualmente se informa de los resultados del Grupo en el año inmediatamente anterior, así como de otras novedades interesantes. Consideramos esta información esencial para que las parejas con problemas puedan decidirse por un centro u otro.
Vitrificación de los embriones restantes
Una vez realizada la transferencia embrionaria, llevamos a cabo la vitrificación de los embriones de buena calidad sobrantes, con el fin de poder ser transferidos en un ciclo posterior sin necesidad de estimulación ovárica. La nueva técnica de congelación rápida o vitrificación, que realizamos en IVI, asegura resultados esperanzadores, ya que los embriones no se ven afectados por la misma y la tasa de gestación no declina -como ocurría con la congelación lenta o convencional- en relación a la tasa obtenida con embriones en fresco.
Prueba de embarazo
Aproximadamente 2 semanas después de la transferencia embrionaria, la paciente debe realizarse un test de beta-hCG en sangre para confirmar si se ha logrado la gestación y cuantificar la hormona de embarazo en sangre. Si la prueba es positiva, deberá realizarse una ecografía vaginal una semana más tarde con el fin de visualizar el saco gestacional. En este momento suele diagnosticarse si la gestación es única o múltiple.
2/8/12
Bruxismo, ¿cómo frenarlo?
El bruxismo es un hábito involuntario de apretar y rechinar las estructuras dentales, lo que conlleva un desgaste acelerado de los dientes.
Tal y como apunta el doctor Javier Bara, cirujano maxilofacial de Clínica Diagonal de Barcelona, se trata de una actividad anormal de los músculos de masticación que se da sobre todo por las noches.
Bruxismo
La persona capacitada para diagnosticar el bruxismo es el odontólogo, aunque en algunos casos, por su intensidad y gravedad, produce una sintomatología como cefaleas, por ejemplo. Por eso en estos casos el estomatólogo y el neurólogo también pueden atender estos problemas particulares.
Diagnóstico
El paciente suele acudir a la consulta básicamente por el dolor que siente en la mandíbula de tipo muscular, que puede llegar a convertirse en articular, y también por las cefaleas. Además, suelen tener dificultad para abrir la boca porque ya hay una contractura, aunque muchas veces los pacientes ni siquiera son conscientes de este mal hábito.
Este problema es más frecuente de lo que se cree y muchos pacientes no están registrados como bruxistas. A la hora de diagnosticarlo, hay aparatos que permiten a nivel nocturno hacer un registro del nivel de bruxismo de este paciente, y que permiten dar pautas específicas de tratamiento a cada uno de estos pacientes.
Soluciones posibles
Las placas de descarga son el tratamiento más habitual aunque están apareciendo más aparatos para los pacientes que no toleran las férulas de descarga, y que emiten una serie de señales que inhiben las contracturas musculares. El tratamiento es a largo plazo y crónico, aunque también es cierto que en función de la época y del estrés del paciente, se requerirá o no. Además, también se pueden enseñar técnicas de relajación que pueden ayudar a disminuir la intensidad del bruxismo. (vivirmejor.com)
Tal y como apunta el doctor Javier Bara, cirujano maxilofacial de Clínica Diagonal de Barcelona, se trata de una actividad anormal de los músculos de masticación que se da sobre todo por las noches.
Bruxismo
La persona capacitada para diagnosticar el bruxismo es el odontólogo, aunque en algunos casos, por su intensidad y gravedad, produce una sintomatología como cefaleas, por ejemplo. Por eso en estos casos el estomatólogo y el neurólogo también pueden atender estos problemas particulares.
Diagnóstico
El paciente suele acudir a la consulta básicamente por el dolor que siente en la mandíbula de tipo muscular, que puede llegar a convertirse en articular, y también por las cefaleas. Además, suelen tener dificultad para abrir la boca porque ya hay una contractura, aunque muchas veces los pacientes ni siquiera son conscientes de este mal hábito.
Este problema es más frecuente de lo que se cree y muchos pacientes no están registrados como bruxistas. A la hora de diagnosticarlo, hay aparatos que permiten a nivel nocturno hacer un registro del nivel de bruxismo de este paciente, y que permiten dar pautas específicas de tratamiento a cada uno de estos pacientes.
Soluciones posibles
Las placas de descarga son el tratamiento más habitual aunque están apareciendo más aparatos para los pacientes que no toleran las férulas de descarga, y que emiten una serie de señales que inhiben las contracturas musculares. El tratamiento es a largo plazo y crónico, aunque también es cierto que en función de la época y del estrés del paciente, se requerirá o no. Además, también se pueden enseñar técnicas de relajación que pueden ayudar a disminuir la intensidad del bruxismo. (vivirmejor.com)
8/6/12
¿Cómo nacen las 'caries del biberón'?
Los niños necesitan dientes fuertes y sanos para masticar la comida, hablar y tener una sonrisa bonita. Por ello, los dientes de leche deben cuidarse bien pues es importante que guarden un espacio en la mandíbula para dar cabida a los dientes permanentes.
Si un diente de leche se pierde muy pronto, al lado de los dientes puede quedar un espacio vacío, y cuando sea hora de que los dientes de adulto entren en acción, puede que no encuentren espacio suficiente. Como resultado, crecerán torcidos o apiñados.
Los síntomas
Los dientes entran en riesgo de deterioro tan pronto como aparecen por primera vez (que suele ser alrededor de seis meses de edad). Las caries dentales en los bebés y niños pequeños a menudo se conocen como caries del biberón o caries de infancia temprana (caries).
Ocurre con mayor frecuencia en los dientes frontales superiores, pero los otros dientes también ser afectados. En algunos casos desafortunados, los bebés y niños pequeños tienen tienen una experiencia tan severa que los dientes no pueden ser reparados y deben ser eliminados.
Degeneración dental
La caries dental es una enfermedad que comienza con bacterias que causan caries. Curiosamente se ha comprobado que en la mayoría de ocasiones, se transmiten de la madre (o persona) que tiene esta bacteria en la boca, por ejemplo a través de un beso en la boca, chupar el biberón del bebé, masticar la papilla o los alimentos.
Estas bacterias se hacen pasar a través de la saliva. Cuando la madre pone una cuchara en la boca del bebé, o se limpia el chupete en la boca, las bacterias se transmiten.
Otro factor de la caries dental es la exposición frecuente y prolongada de los dientes del bebé a los líquidos que contienen azúcar, como el agua azucarada y el jugo de la fruta y, potencialmente, la leche. Incluso pueden ocurrir cuando el bebé se pone a dormir con un biberón, o cuando una botella se utiliza como un chupete con un bebé quisquilloso. (dientesperfectos.es)
Odontoplanet.org
Si un diente de leche se pierde muy pronto, al lado de los dientes puede quedar un espacio vacío, y cuando sea hora de que los dientes de adulto entren en acción, puede que no encuentren espacio suficiente. Como resultado, crecerán torcidos o apiñados.
Los síntomas
Los dientes entran en riesgo de deterioro tan pronto como aparecen por primera vez (que suele ser alrededor de seis meses de edad). Las caries dentales en los bebés y niños pequeños a menudo se conocen como caries del biberón o caries de infancia temprana (caries).
Ocurre con mayor frecuencia en los dientes frontales superiores, pero los otros dientes también ser afectados. En algunos casos desafortunados, los bebés y niños pequeños tienen tienen una experiencia tan severa que los dientes no pueden ser reparados y deben ser eliminados.
Degeneración dental
La caries dental es una enfermedad que comienza con bacterias que causan caries. Curiosamente se ha comprobado que en la mayoría de ocasiones, se transmiten de la madre (o persona) que tiene esta bacteria en la boca, por ejemplo a través de un beso en la boca, chupar el biberón del bebé, masticar la papilla o los alimentos.
Estas bacterias se hacen pasar a través de la saliva. Cuando la madre pone una cuchara en la boca del bebé, o se limpia el chupete en la boca, las bacterias se transmiten.
Otro factor de la caries dental es la exposición frecuente y prolongada de los dientes del bebé a los líquidos que contienen azúcar, como el agua azucarada y el jugo de la fruta y, potencialmente, la leche. Incluso pueden ocurrir cuando el bebé se pone a dormir con un biberón, o cuando una botella se utiliza como un chupete con un bebé quisquilloso. (dientesperfectos.es)
Odontoplanet.org
3/5/12
Importancia de la vitamina D para los dientes
Un nuevo informe destaca el hecho de que la vitamina D, conocida
también como la vitamina del sol, es tan esencial en la lucha contra las
enfermedades bucodentales, como el calcio.
Aunque el informe que lo publica en el Journal of Periodontology, pone de relieve que la exposición limitada al sol dos veces por semana podría ayudar a que el cuerpo absorba la cantidad suficiente de vitamina D, es mucho más recomendable y sano tomar suplementos o subir la ingesta dietética de los alimentos con un alto contenido de vitamina D, tales como leche, huevos, sardinas y atún.
Sin embargo, el informe señala que entre 10 y 15 minutos de exposición al sol dos veces por semana, también puede ser un medio de producción de vitamina D natural en el cuerpo; sin embargo, la recomendación es y seguirá siendo objeto de controversia con los dermatólogos que luchan para reducir el cáncer de piel.
Las enfermedades periodontales son infecciones bacterianas que, si no se tratan, pueden causar daños en el hueso e incluso la pérdida de dientes. Pero quizás aún más grave, una serie de enfermedades infecciosas se ha relacionado con niveles bajos de vitamina D, y se ha demostrado que ésta puede suprimir la producción de citocinas proinflamatorias.
Aunque el informe que lo publica en el Journal of Periodontology, pone de relieve que la exposición limitada al sol dos veces por semana podría ayudar a que el cuerpo absorba la cantidad suficiente de vitamina D, es mucho más recomendable y sano tomar suplementos o subir la ingesta dietética de los alimentos con un alto contenido de vitamina D, tales como leche, huevos, sardinas y atún.
«Tanto la vitamina D y como el Calcio contrarrestan las deficiencias y reducen la resorción ósea», asegura el Dr. Charles Hildebolt, del Departamento de Radiología de la Universidad de Washington Escuela de Medicina de St. Louis, Missouri.Para reforzar lo dicho, numerosos estudios indican que la vitamina D y el Calcio actúan positivamente sobre las deficiencias en la pérdida ósea y contrarrestan el aumento de la inflamación. La inflamación es un síntoma bien conocido de las enfermedades periodontales, por lo que por lógica se ha sugerido que la deficiencia de calcio y vitamina D puede ser un factor de riesgo para las enfermedades periodontales.
Sin embargo, el informe señala que entre 10 y 15 minutos de exposición al sol dos veces por semana, también puede ser un medio de producción de vitamina D natural en el cuerpo; sin embargo, la recomendación es y seguirá siendo objeto de controversia con los dermatólogos que luchan para reducir el cáncer de piel.
Las enfermedades periodontales son infecciones bacterianas que, si no se tratan, pueden causar daños en el hueso e incluso la pérdida de dientes. Pero quizás aún más grave, una serie de enfermedades infecciosas se ha relacionado con niveles bajos de vitamina D, y se ha demostrado que ésta puede suprimir la producción de citocinas proinflamatorias.
«La enfermedad periodontal aumenta la producción de citocinas, pero se ha demostrado que la vitamina D puede suprimir la producción de éstas, y posiblemente reducir el riesgo de enfermedad periodontal», explicó Hildebolt. (dientesperfectos.es)
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